Hay ocasiones en que la Historia, utiliza recursos que pueden resultar inexplicables para el pensar de una época. Hay veces que, para dar conciencia de la necesidad de cambio, emergen opciones que, sin esta necesidad, estarían en los subsuelos de la sociedad.
Son como un “detergente” para limpiar los restos de una cena, que estuvo buena, pero, ya se terminó…
No siempre la generación que está en el poder tiene conciencia de la necesidad de renovar sus procedimientos, hasta que algo irrumpe y se los enrostra. Hay ejemplos en la historia, ejemplos sangrientos, pero también de los otros (Revolución francesa, los bolches contra el zarismo, la Perestroika y la caída del muro, Elena y Nicolae de Rumania, etc.).
El deseo de regeneración que, de manera difusa, se expresa en el sentir de la base social, necesita respuestas. Estas vendrán del seno mismo del poder de turno, si toma conciencia de esto o vendrá del lavavajillas que la Historia ofrece como alternativa externa al proceso…
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