Cuando se avanza sobre los hechos sin definir previamente el punto de vista, se confunde todo, pues allí necesariamente, danzan diferentes “intereses” mezclados en la ponderación de los hechos. Hay hechos anecdóticos a los que se le puede atribuir mucha importancia, también hechos importantes que se minimizan y así siguiendo. Desde la misma confusión, se relacionan los hechos entre sí y se llega a alguna conclusión. Esto es, a groso modo, el funcionamiento habitual y así, alguna vez, por ejemplo, se puede ser optimista o positivo y otras, ante los mismos eventos, todo lo contario. Ordenar el pensamiento o la ponderación de distintas situaciones no es algo que sea necesario realizar cotidianamente, sin embargo, cuando se trata de cosas que se consideran importantes seguramente será mejor abordarlas con cierto método.
En este último sentido, lo relevante es, definir el punto de vista que se utilizará. Desde él se buscarán y elegirán los hechos que se deben considerar y aquellos que son anecdóticos quedaran en segundo plano. Así, ubicados estos hechos y siempre iluminados por el mismo punto de vista podrán dinamizarse entre sí o ponerse en relación dinámica.
Finalmente, esta dinámica de la relación de los hechos ponderados desde un punto de vista, permitirán alcanzar una síntesis o conclusión.
Este esquema puede ser útil para el estudio de una situación estática como también para una dinámica. En este último caso aparecerá el tiempo (con sus ciclos y ritmos) como la superficie donde se despliegan los hechos y sus relaciones.
(*) Interpretación de diferentes textos siloistas.
Filosofía del punto de vista (*)
domingo, 29 de octubre de 2023
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