Perece que la música tiene la capacidad de producir, con sus vibraciones, una resonancia equivalente en quien la escucha.
Es decir que, ante ciertas músicas, poesías y otras manifestaciones, aun desde la mayor ignorancia si se está en la disposición correcta, se puede modificar un determinado sentir.
Hace muchos años me entregué a la lectura de un libro, no lograba entender cabalmente lo que allí se decía, sin embargo, con el fluir de su prosa (música) algo comenzó a cambiar en mí, sentí amparo, se me abrió el futuro y en definitiva me sentí reconfortado... Ese libro se llama “La Mirada Interna” de Silo.
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