Ahora soy recuerdos, ahora soy ensueños. Ahora me preocupo por este presente. Ahora me revuelco en un temor, lo considero y justifico. Ahora exploto de alegría por una mirada al pasar. Ahora me siento invencible. Ahora soy joven y con futuro, ahora viejo y cansado. Ahora me afirmo en lo que tengo que hacer. Ahora busco justificación de lo que hago. Ahora soy sano, ahora enfermo. Ahora soy cambio, ahora repetición. Ahora el mundo me afecta, ahora soy indiferente. Ahora me acuerdo, ahora me olvido. Ahora revolucionario, ahora conservador. Ahora...
Entonces, entiendo que estoy descontrolado...
Pero a veces, “algo” en mí, observa cada cosa sin serlo y dulcemente va enhebrando cada elemento en un mismo hilo. Dándole una dirección, un sentido... Liberador, firme y resolutivo.
Ese “algo” no duerme, lo he encontrado en los sueños, lo he rozado en distintos momentos y todavía no sé, si soy yo quien le abre la puerta o es un acercamiento entre “hermanos” que se buscan...
Solo puedo decir que cuando estamos juntos, todo cambia sin cambiar y todo se ordena en solución…
¿Será que nuestra “relación” es el germen y fundamento profundo del buen trato a los otros?
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