Un tirador pensará en una diana.
Un racista afirmará su identidad.
Un estético imaginará color.
Un quemado con leche, lo recordará.
Un nostálgico recordará una escena pasada.
Un resentido querrá ensuciar.
Un egocéntrico imaginará cuál será su tajada.
Un distraído preguntará ¿Qué?
Un financista pensará en “control”.
Un consumidor pensará en un auto.
Un político se sentirá “juzgado”.
Un abogado cerrará un cajón de su escritorio.
Un soldado pensará en la bendita bandera.
Un mago en su conejo.
Un preso imaginará su celda pintada.
Un drogadicto en algún polvo.
Un veterinario recordará un perro que atendió.
Un joven imaginará el edificio que algún día construirá.
Un anciano recordará algo de sus años mozos.
…
Pensemos en conceptos más significativos y el fenómeno se repetirá, así hasta llegar a miles de millones de variantes, que lejos de quedar detenidas en el tiempo, al año siguiente serán diferentes. También se sumarán las diversidades culturales y sus imágenes.
Este juego muestra que los conceptos NO son la Realidad.
Este juego NO pretende decir que es imposible que nos entendamos.
Por el contrario, el juego busca recordar que hay que hacer un esfuerzo para descifrarnos...
Este juego muestra que los conceptos NO son la Realidad.
Este juego NO pretende decir que es imposible que nos entendamos.
Por el contrario, el juego busca recordar que hay que hacer un esfuerzo para descifrarnos...






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