En todas las regiones se están expresando viejas grietas que, “acalladas”, estaban presentes en los sustratos mentales de los ciudadanos de los países, aunque sin la virulencia confrontativa a la que hoy asistimos.
Esto, en términos históricos, es una buena señal... Esta fisura se produce en las cabezas, antes que en sus groseras manifestaciones y denota una suerte de “equilibrio” agotado (instancia mental) y que su “movimiento” (creencias que se desorganizan) puede dar lugar a algo más interesante. Lo que hasta hace poco tiempo daba un cierto orden y dirección se está derrumbando y esto abre lo cerrado...
Esta compleja, pero esperanzadora, situación puede dar lugar a posturas que busquen retrasar el cambio (repeticiones de ideas y planteos ya agotados); también que, a partir del aumento de las incoherencias, se pierda progresivamente la cordura...
Por ultimo, que se elijan las imágenes y experiencias más interesantes para reorientar los procesos en una nueva dirección.
Hoy está claro lo que significa: “ser parte de la solución”.
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