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Esperanza

domingo, 17 de febrero de 2019

Los acontecimientos históricos y sus ciclos hicieron detonar la imagen del mundo que daba abrigo a las personas. Esa suerte de paraguas conformado por diferentes categorías de creencias. Más allá de la infinidad de matices culturales y personales, se iba hacia algo dado que estaba adelante, hacia algún futuro esperanzador...
Nadie en particular fue culpable de esta crisis mundial, aunque sí las responsabilidades ocasionales se repartieron en distintos grados.

Distintos hechos comenzaron por acelerar el proceso, por ejemplo, el potencial devastador de la bomba atómica, la salida del hombre al espacio y tantos otros eventos que exponían a las personas ante cosas “increíbles”, es decir, fuera de su campo de creencias y difíciles de imaginar como nuevas adquisiciones.

Ese antiguo núcleo que constituía “el mundo” para la cabeza, perdió cohesión y hoy las partículas que lo componían, andan dispersas y buscando nuevos ejes que las constelen. Así se va probando con una cosa y con otra. Muchos creen que lo que recuerdan como “mejor” existió afuera de sus cabezas, por eso desean regresar a situaciones anteriores, aunque lamentablemente lo que explotó fue justamente allí en el interior y no en el mundo externo, donde cada vez se está mejor, técnicamente, científicamente, informativamente, etc. Ese “lugar” mental es irrecuperable, ya cumplió su ciclo...

Ese derrumbe del “mundo” es una buena noticia... aunque en lo coyuntural sea dramático...

El descrédito general (política, justicia, industria, medicina, etc.) es una manifestación de esa explosión.
El juez corrupto y el ladronzuelo están apostando a un nuevo eje que amalgame sus aspiraciones y así abrir su futuro. También el facho y aquellos que lo apoyan.

Hace falta algo nuevo que de cohesión y dirección a las búsquedas humanas de siempre, hoy teniendo que incorporar cambios y novedades extraordinarias en los usos y costumbres.

Entonces, más allá de las propuestas regresivas que aparecen, hay que reconocer que aquello que de referencia permanente a la conciencia humana, necesariamente vendrá del futuro...

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