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Gerontos

viernes, 30 de noviembre de 2018

En términos generales, a partir del siglo 20 se pasó de un promedio de vida de algo más de 30 años al doble de ese tiempo (alrededor de 70 años es el promedio actual de expectativa de vida). Está medida es despareja respecto de zonas geográficas y sexos. No se tratará aquí de proponer planillas estadísticas ni cortes de ellas, simplemente ofrecer una mirada sobre el asunto.

Se cree que desde hace unos 100 mil años el homo sapiens está en condiciones de alcanzar el siglo de vida, es decir, si se dan todas las condiciones esto puede suceder, de hecho, se registran datos de personas que en todas las épocas alcanzaron los 80 años de edad, por ejemplo. Sin embargo, es necesario decir que “el calculo de esperanza de vida” se hace considerando grandes números de todos los nacidos en una determinada época, así hay gente que llega a una alta edad y otros que se van quedando en diferentes edades y es de ese modo -en esa confrontación- que se establece el promedio.

Por ejemplo, si se afirma que en la prehistoria, los seres humanos eran ancianos a la edad de 30 o 40 años. Esto puede significar, que la mitad de la población muere al nacer o en su primer año de vida (cosa probable en la prehistoria) y la otra mitad a los 80 años de edad.

Más allá de todos los registros no se duda en afirmar que es a partir del siglo 19 que comienza a extenderse el “privilegio” de llegar a la ancianidad. Es esta ampliación lo novedoso de lo conquistado por la humanidad gracias a tantas cosas. Va aumentando lentamente la cantidad de años que se vive, pero sobretodo, crece rápidamente la cantidad de personas que llegan a la ancianidad. Este es el tema central, son muchos! Esto genera nuevas situaciones, necesidades y respuestas.

Del mismo modo, para que esto se de, aumentó sobremanera el numero de niños que dejan atrás su infancia sin grandes dificultades y continúan con su vida.

Estos dos elementos, entre otros, llevó también a un aumento en los números de la población mundial.

Hay que buscar la manera de adecuar las formas y los procedimientos sociales a está nueva realidad vital que viene conquistando la humanidad, luego de tantas y tantas generaciones. Así no permitir que dirigentes con visiones despreciables muestren “cucos” para ocultar algo tan simple. No se puede aceptar que nos quieran forzar a entrar en sus estrechos y perimidos esquemas, al contrario hay que cambiarlos para albergar a todas las personas. Otros discursos que no tengan en cuenta esto, son simplemente parciales, desinformados o de mala fe.

Es insólito que, gracias al avance de la sociedad y de la ciencia, se allá alcanzado estos niveles de expectativa de vida y que para algunos gobernantes, este avance y este aumento, sea el problema!!!

No hay mucha experiencia, en general, de contar con tanta gente mayor. Es de alguna manera una novedad y las respuestas que se dan son un tanto improvisadas, crueles o débiles. No es lo mismo un puñado de personas que ya no tienen la misma dinámica y miran a los más jóvenes como continúan con las actividades del pueblo, que tener millones de ancianos en las ciudades...

La visión actual de muchos poderosos, sobre el tema se puede graficar así: la imagen es como si de una linea recta se tomara su parte central y se tirara hacia arriba, generando dos lados inclinados. Como sí se tratara de un triangulo, abierto en su base, que tiene en su vértice central la etapa de mayor vitalidad del cuerpo y en planos inclinados, hacia un lado la niñez que tiene por delante la posibilidad de escalar en esa pendiente y por el otro lado, el segmento inclinado hacia abajo, de los adultos mayores. Esta valoración surge de una visión que asume así la realidad, centrada en cierta preeminencia dada a un tipo de “productividad”.

La experiencia con la ancianidad aumentada es bastante reciente. Este enfoque se expresa en cómo se trata a los seres humanos que dejaron de ser jóvenes y también qué se espera de aquellos que todavía no lo son.

Otra visión generaría otra forma, que podría expresarse en otro tipo de figura geométrica.

Es decir que, si se busca entender cual es uno de los mayores problemas de la actualidad, aunque se ensayen argumentos de, límites de los sistemas previsionales, dificultades de los Estados, aportes o falta de ellos, etc. El verdadero problema no es que la gente vive más, o que son muchos, o que si aportaron tantos años o si trabajan hasta una edad más avanzada, etc..
Existe un aspecto que no se quiere “iluminar” y se lleva el puntero hacia otros temas, menores, obvios o intrascendentes, cuando hay un asunto oscuro que es el verdaderamente central: la pésima distribución de las riquezas!!!

La sociedad y la ciencia, dieron un importante paso y se amplió al doble la expectativa de vida, ahora es el momento de que los poderosos y los pueblos hagan su parte y escuchen la voz de la Historia que, paradójicamente, está llegando del futuro...

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