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¿A ver si me acompañas en ésta?

sábado, 30 de junio de 2018

Desear que les vaya mal a las personas malas, lleva a aumentar la presencia de la maldad entre la gente común. Cuando uno desea el mal se pone en presencia de la oscuridad y la aumenta. Además, si a los poderosos le va mal se extenderá más perjuicio sobre la gente común...

Que les vaya mal esta garantizado porque, tarde o temprano, su dirección antihumanista los llevará hacia allí.

Por eso opino que: mientras uno hace lo que puede, es preferible pedir para que algún rayo de luz, de la verdadera luz, los toque en el momento que, entre fechoría y fechoría, se distraen.

Puede resultar ingenuo el planteo, pero, lo naif es creer que desde mi desprecio daño o, tal vez, apuro la caída de un tirano. Entre tanto esa experiencia de desdén queda en mí y así también está presente en la atmósfera que comparto con los seres que me rodean; mientras se mantiene muy lejana, de aquellos que, hasta justificadamente, detesto.

Qué tipo de alimento es para mí, buscar diariamente la razón, más fresca, para odiar a alguien.

¿Qué es realmente lo que se puede hacer?

Destruir aquello que a todas luces se ve mal o construir lo que creo superador de todo lo malo que hay en el mundo. Hay que ver qué de todo esto es posible, en qué tiempo y con qué posibilidades se cuenta.

Supongamos que es muy poco lo que pueda hacer para que se terminen las violencias, construyendo algo superador, pero, la inversión de tiempo vital puesto en construir acumulará experiencias distintas que si, me opongo estático, contra los opresores.

Cuál es la manera de disminuir la oscuridad, aumentando más la presencia de la luz...

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