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Para escucharte mejor...

jueves, 3 de mayo de 2018

Hace ya unos años, nos encontramos con una amiga mexicana, que no conocía, pareja de un viejo amigo, con su visita, ella nos hacia llegar un “presente” y su afecto...

Fuimos con un amigo a su encuentro y pasamos un rato intercambiando “miradas” y experiencias, fue uno de esos momentos que sin ser extraordinarios externamente, tres amigos en un café, sin embargo resulta inolvidable. Conocerla fue ampliar e incluir a más personas en los lasos afectivos que unen a los buenos amigos.

Ya de regreso a mi casa, mientras repasaba mentalmente lo vivido, advierto que había perdido los auriculares. Los había comprado para aprovechar, el tiempo consumido en los viajes, para escuchar audios de historia, canciones, etc.

Luego de algunos años, ayer, antes de salir de mi casa recibo un mail de ese amigo de México, adjuntando fotos de sus actividades y comentando los proyectos que están impulsando. Me fui pensando en que: me gustaría conocer el Parque que están construyendo, esas latitudes con Historia, visitarlos en su país, etc. Pensamientos creo que habituales cuando se trata de afectos e intereses compartidos a la distancia...

Mientras me desplazaba por la acera, con esos divagues, toco con un pie un pequeño sobre de tela, me llama la atención su calidad. A pesar de eso continuo caminando, pero algo me hace regresar y recogerlo...
Al abrirlo, aparecen unos auriculares nuevos y del mismo color de aquellos que había perdido tiempo atrás!! Extraña materialización...

¿Por qué la perdida y re-encuentro de este objeto se dio con los mismos pensamientos? ¿Qué tipo de “casualidad” vincula, el perder y encontrar una determinada cosa, con una situacion mental equivalente? ¿Qué respuesta me tranquiliza? ¿Me quedo con la inestabilidad o cierro el tema?¿Cómo asumo lo inexplicable?

Interrogantes que corren mientras escucho, gracias a los nuevos auriculares, algo de música...

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