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Eco-momia a las tumbas (o economía a los tumbos)

sábado, 12 de mayo de 2018

Muchas palabras que se repiten en estos tiempos que hacen referencia a la economía. Hay que familiarizarse hoy con diversos términos de toda esta ciencia y en general, uno tendría que informarse mínimamente sobre cada palabra para entender de qué se está hablando. Más allá de que hay una idea aproximada y una sensación que queda, mientras se asiste a explicaciones y debates que tratan de aclarar lo que pasa o lo que debería pasar en el terreno de las finanzas del país. Esa idea-sensación que remane, en el que escucha, es en general negativa, del tipo me están engañando, no entiendo nada, son unos delincuentes, todos dicen lo mismo, acá solo queda trabajar, etc. etc.

También alguien podría intentar estudiar sobre todos aquellos aspectos que no termia de entender, para acercarse a un lugar próximo al que están los opinadores, con la expectativa de dilucidar luego más nítidamente de qué hablan o ponderar más ajustadamente las opiniones que se vierten diariamente y a toda hora a través de los medios de difusión.

Este camino de “tratar de entender”en qué consiste la economía, tiene sus riesgos, por ejemplo uno podría creerse ya en condiciones de ser un interlocutor y apoyándose en sus términos, como si ya se fuera economista, utilizarlos en la vida cotidiana y tomar a los que lo rodean como televidentes a los que ahora les explico, aunque sea básicamente un repetición de conceptos...

Otra posibilidad tal vez consiste en darse cuenta que, al estudiar economía, cada vez se entiende menos, pues, uno se asoma a muchas materias que no se aclaran sólo con mirar los títulos.

Este interés, también podría tener una derivación extraña y advertirse que en realidad se tiene que aprender de física, dado que reiteradamente se mencionan ciertas leyes que tienen, justamente, ese tratamiento. Fuerzas “físicas” que resultan objetivas, como lo es la gravedad o la aceleración, etc. Por ejemplo, cuando se menciona el "derrame", uno ve que efectivamente al introducir un líquido en un recipiente llega a un límite tal que, si no se detiene el ingreso del fluido, comienza a derramarse hacia todas las direcciones, cubriendo, con la sustancia todo el entorno. Pero si quien puso esos elementos, agregara un recipiente mayor, el derrame del primero iría al nuevo receptáculo y así se evitaría el desborde. De esta manera se puede seguir operando hasta el cansancio y así controlar, también de manera física, al fenómeno.

Otro ejemplo, sumar muchos papeles en un determinado lugar, hace que los precios aumenten, si todos tienen muchos de estos papeles, que sirven para comprar, eso “mecánicamente” hace que los precios suban...

Sin embargo en todo esto, hay algo que no se menciona por obvio y por ser tal vez, la creencia implícita que está a la base de todos los opinadores, escuchas y en general del momento histórico. Hay un acuerdo tácito sobre una postura, que la convierte en “objetiva” e incuestionable, pues siempre es trasfondo de las opiniones y de los diálogos. Esta creencia se refiere al “legítimo” interés en ganar y acumular ingentes sumas de dinero. Todo el mundo esta lanzado a este fin, como si de eso se tratara, básicamente, la vida; aunque claro cada vez son menos aquellos que alcanzan ese “cielo” en la tierra.

Acá el problema, no es el ministro tal o cual, el FMI o esa moneda, ultra-liberalismo, neo-liberalismo, estatismo, etc. Aunque siempre existan atenuantes y “mejores” transitorios.

El verdadero problema se llama: capitalismo. Paradójico valor, que vive en las personas y no en los fenómenos naturales y que ha impulsado el desarrollo y dinamismo de los acontecimientos, pero también, razón de la exacerbación de todos los problemas que hoy se constatan en el mundo: ecológicos, hambrunas, deterioro mental, violencias, guerras, etc.

El proceso histórico se ha fagocitado otras formas de organización de las sociedades hoy, con soberbia, se mueve este sistema económico como el último y único...

Aunque hay que considerar que, cuando los perjuicios aumentan mucho en relación a los beneficios, la historia comienza a configurar su reemplazo. No sabemos cuál será, no será nada del pasado, seguramente consistirá en algo superador y que, probablemente en embrión, ya esté presente...

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