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El arca

domingo, 29 de octubre de 2017

Se ha utilizado el viejo mito judeo-cristiano del arca, pues es una imagen que contiene varios elementos asimilables a la idea que se busca describir. Por supuesto que se utiliza la alegoría desprovista de sus connotaciones religiosas o de los significados sagrados que los pueblos le atribuyen. No estamos interfiriendo con esos sentimientos, simplemente tomamos prestado el relato para ejemplificar.

Tampoco se hizo hincapié en el tono amenazante y apocalíptico que tiene el argumento original y no esperamos, con nuestro pobre modelo, despertarlo, ni tampoco negarlo. Por último no nos satisface lo, aparentemente estático, del ejemplo de la nave, pero, las perspectivas del tiempo y su dinámica son muy cambiantes para los distintos puntos de vista.

Por último, se intenta aquí graficar una interpretación de un determinado “proceso” de gran escala, donde existen infinidad de factores diversos y cambiantes, que la “pobre” razón no puede abarcar y que, apelando a la alegoría, intenta detener para comprenderlo.

Yendo al tema, si algunos construyen semejante embarcación y con tales propósitos deberán esperar, como parte del asunto, que llegue el momento para el cual fue preparado ese proyecto. Es decir poco podrá avanzar en tanto no esté rodeado por las condiciones que previó el constructor. Entre tanto hay muchas tareas que hacer, completar la construcción y tantas otras faenas propias del plan que lo enmarca.

Desde esta visión no se le puede pedir a esa nave que cumpla con funciones que no le son propias y que se mueva en un medio para el cual no fue preparada. Sin embargo, esta es una perspectiva y siempre hay otras; es decir, alguien que está fuera del arca, mirará a esta cosa con extrañeza, otros ni siquiera la verán, pues el medio donde ellos se desplazan todavía no les permite ver lo que vendrá, por lo tanto, no comprenden la función de esa obra...

También alguno que está en el arca, como el tiempo pasa, puede dejar de recordar la función con que cumple y esperar de ella cosas que se le debe pedir a otros objetos. O bien si se compara, por ejemplo, el desplazamiento del navío, que es mínimo, con otros vehículos se podrá pensar, desde esta otra perspectiva, que el arca no avanza en tanto que ese otro vehículo sí. Aquí cabe la pregunta, es cierto que ese bólido avanza, pero, ¿hacia dónde? Además no se pude comparar algo con ruedas con otra cosa que requiere de las mareas para dinamizarse.

Bueno, pero se podrá decir que esta embarcación puede hacer que, algo que va a suceder no suceda, pero aquí hay que comprender que eso ya se intentó y fracasó. Luego de lo cual con las fuerzas que quedaron, se emprendió otro proyecto o quizás siempre el plan fue el mismo, no lo sabemos y conocer esto, tampoco sabemos, si ahora importa…

Es más, hay puntos de vista que, dentro del arca, tienen un sentido, pero fuera de ella producirán otras consecuencias. Por ejemplo, se puede decir que dentro del plan del arca, dejar todo aquello que genere sufrimiento en uno y en los otros, es bueno; pero, esto mismo aplicado a lo que esta fuera del proyecto, puede significar perder una posición o resignar otro tipo de “bien”.

Por lo tanto, el éxito de la barca, se conocerá cuando se configuren las condiciones, internas y externas para las que fue creada, entre tanto no se pueden usar otros instrumentos, propios de otras situaciones para valorar el desempeño de algo pensado para dar respuestas en determinadas condiciones, en un presente-futuro diferente del que surge y existe ese instrumento que la evalúa.

En definitiva, todo se resume a una cuestión de perspectivas, pero estas variantes, o puntos de vista le darán significados y descripciones diferentes a la situación, aunque por las interpretaciones que se van haciendo, se podrá captar, pues quedarán expuestas cuáles son las perspectivas que están operando en cada caso.

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