Lo que se intenta impulsar con estos escritos es nada más y nada menos que el intercambio. Comenzar para algunos o continuar para otros con este recorrido que, nos abre a nuevas posibilidades que pueden complementar la vida y la acción en nuestro mundo.
Por mi parte voy a tientas avanzando, “tocando” esta nueva superficie y dando cada paso con cuidado. Esto es así pues se trató de una zona vedada desde una cierta censura y la propia autocensura.
Esta limitación del terreno por “ley u ordenanza” es con lo que nos encontramos muchos viajeros de este momento histórico. Desde ese lugar el tema de lo milagroso, era un cuento para niños, una creencia vacía o un paisaje de yeso coloreado y estático!
Como “hijo” de ésta época la autocensura es la ultima valla, pero, después de ella qué...
¿El temor y su ignorancia?
¿La vieja conciencia mágica y la fuga?
¿La impostura que da apariencia de verdad?
¿La humildad de quién no conoce un camino y aunque es de noche, está decidido a recorrerlo cuidadosamente?
¿Y si existiera todo un mundo más allá de la autocensura?
Así como se puede ser reciproco con el nivel de sueño desde la vigilia, como ya se mencionó, también podrán llegar “mensajes” desde otros niveles de conciencia o “espacios” que se podrán “oír” desde nuestra cotidianidad e intentar hacerlos parte de la vida y de su dirección.
Aunque persisten algunas preguntas:
¿Cómo reconocerlos?
¿Para qué escucharlos?
¿Cómo hacerlos parte de nuestra existencia?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario