Cada nueva condición (situación) que nos pone el presente, implica una renovación de la dirección a futuro, un ajuste, una reflexión, un cambio, una afirmación, una decisión ¡bienvenida sea esta dinámica!
Sin embargo, no resulta claro en que instancia de la dinámica histórica estamos transitando, detenimiento, aceleración, retroceso, desvío, etc. Hay fuertes indicios de que sea una, pero también que sean otras.
¿Qué utilidad puede tener captar este momento? Por un lado más allá de los protagonistas y del horror, alegría y esperanza, emociones que podemos experimentar por los hechos que van surgiendo, más “arriba” de tantos acontecimientos podrían definirse algunas características, al hacerlo se logrará una cierta distancia con las anécdotas y una posibilidad de comprensión mayor. Contextualizando los hechos como concomitando1 con ciertas direcciones de relativa intensidad en nuestro tiempo.
Es sabido que más allá de cualquier hecho perceptible o tangible, tanto aquellos que producen horror como de los otros que producen esperanza, hay siempre algo intangible, unas creencias, concepciones o mitos que sin ser explícitos dan direccionamiento a las manifestaciones de tantos eventos -guerras, gobiernos, descubrimientos científicos y técnicos, acciones religiosas, artísticas, incluso la propia acción individual-. Por lo tanto intentar avanzar en la comprensión de ese “espacio” subyacente a los hechos y caracterizar las tendencias más generales del momento histórico, más allá de la dificultad que represente, no parece una tarea fútil.
Por mi parte no lo puedo definir, pero si puedo destacar su importancia, además de acompañar estos dichos con variados intentos que se incluyen en este blog.
También debo admitir que existen diversos “cortes”, amplitudes y puntos de vista en toda esta materia y que la mezcla de ellos puede confundir más que aclarar, en este sentido parece más pulcro seguir un método y no intentar desde distintos enfoque y amplitudes comprender un hecho puntual. ¿Por que? Porque si lo que se busca es comprensión, ésta se experimenta muy claramente y con su presencia se desplaza a la duda, a la confusión y al desánimo.
Aquí se presenta un enfoque de estos asuntos o una ponderación2 de los mismos:
Todas las capas sociales están atravesadas por la conciencia mágica, aunque lo que avanza en este sentido es lo “seudo espiritual”, sólo como ejemplo, la flores de bach (buscan un “equilibrio entre el alma y la personalidad”) ya llegaron a las villas y en los barrios “altos” también operan con éste y otros artificios. Es interesante como todo esto se viene moviendo sin grandes “aparatos” que lo difundan, es de boca en boca y con rápido teñido. El aspecto positivo de todo esto, es que está en zona de lo “espiritual” y lo negativo es la posible desintegración mental a la que pueden ser expuestas las personas.
Más allá de las estadísticas y de aquello que se puede advertir en la “superficie” de la vida social, hay un “mundo mágico” palpitando en los trasfondos. Allí no llega la razón o el “dialogo”, desde ese lugar se afirman como ciertas cosas que son indemostrables y que obligan a quedarse callado o, si es posible, a dar respuestas propias desde ese canal mental "irracional".
Su manifestación se da en todos los campos, no sólo en lo “religioso”, también en lo político, en la salud, en la ciencia, en lo interpersonal.
Ciertamente se cayó gran parte del mundo racionalista y las ideas del siglo XIX ya no tienen la convicción que alguna vez tuvieron. Es ante este desamparo que comienza a emerger mecánicamente el sustrato primitivo desde donde se opera “mágicamente” y donde lo “civilizado” se convierte en observador atónito del acontecer...
Ante este panorama, comparto la convicción de muchos que expresa: es necesario comenzar con lo esencial, esto es una nueva experiencia profunda que alimente una nueva fe, que inspire nuevas ideas, que den un impulso de renovación en todos los campos del quehacer humano.
Esta nueva dirección tiene sentido más allá del avance que podamos ver, más allá de la ilusoria expectativa que se ha llamado “éxito”.
Hay que insistir con el futuro y en la mejor dirección para la liberación de la conciencia humana.
1 Concomitando: Que acompaña a una cosa o actúa junto a ella.
2 Ponderación: Acción de ponderar, considerar o examinar.
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