Por ejemplo en que se diferencia desear algo a quererlo. Según el diccionario cada una de estas palabras significa lo siguiente:
Del latín desidium; deseo es la acción y efecto de desear (anhelar, sentir apetencia, aspirar a algo).
Querer es un verbo que proviene del latín quaerre y que significa “tratar de obtener”. Resolver, determinar, intentar o pretender algo y tener voluntad de ejecutar algo son otras acciones que se denominan con la palabra “querer”.
Es como si el deseo fuera un querer tímido, superficial, en tanto que, el querer es un deseo más claro y empujado desde otra profundidad del corazón.
El asunto está en que cuando sólo deseo y no puedo convertirlo en querer, puede estar indicando que mi afectividad o mi tiempo esté ocupada por algún otro “objeto” mental, que no es aquel que en ese momento deseo o me gustaría alcanzar.
Por ejemplo, puedo desear entender o captar algo y si éste “acto” no pasa de ser como una pompa, que vuela por el aire de mi copresencia, lo más probable es que se estrellará ante el primer obstáculo material y desaparecerá accidentalmente de mis intereses.
Pero también puedo querer entender y esta decisión o deseo elevado en su potencial afectivo, que está impulsado desde el sentimiento, será como una burbuja que no explota y que en todo caso rebote y se acerque o aleje de mi presencia cotidiana pero siempre se mantenga en órbita con mi vida.
No es la búsqueda de una “posesión”, sino querer una dirección, no es un “hasta donde” sino un “hacia donde”.
Poner manos a la obra, es lo mismo que "poner en querer" (con afectividad) lo que se aspira con la cabeza. Son los deseos futuros elevados y superados por la claridad mental y la flama del sentimiento.
Querer es un verbo que proviene del latín quaerre y que significa “tratar de obtener”. Resolver, determinar, intentar o pretender algo y tener voluntad de ejecutar algo son otras acciones que se denominan con la palabra “querer”.
Es como si el deseo fuera un querer tímido, superficial, en tanto que, el querer es un deseo más claro y empujado desde otra profundidad del corazón.
El asunto está en que cuando sólo deseo y no puedo convertirlo en querer, puede estar indicando que mi afectividad o mi tiempo esté ocupada por algún otro “objeto” mental, que no es aquel que en ese momento deseo o me gustaría alcanzar.
Por ejemplo, puedo desear entender o captar algo y si éste “acto” no pasa de ser como una pompa, que vuela por el aire de mi copresencia, lo más probable es que se estrellará ante el primer obstáculo material y desaparecerá accidentalmente de mis intereses.
Pero también puedo querer entender y esta decisión o deseo elevado en su potencial afectivo, que está impulsado desde el sentimiento, será como una burbuja que no explota y que en todo caso rebote y se acerque o aleje de mi presencia cotidiana pero siempre se mantenga en órbita con mi vida.
No es la búsqueda de una “posesión”, sino querer una dirección, no es un “hasta donde” sino un “hacia donde”.
Poner manos a la obra, es lo mismo que "poner en querer" (con afectividad) lo que se aspira con la cabeza. Son los deseos futuros elevados y superados por la claridad mental y la flama del sentimiento.
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