56 aniversario

Cumplir con nuestro destino, como humanos, no consiste en volver a la época de las cavernas y dejar que los mandatos de la naturaleza nos lleven y nos regulen, tampoco es seguir como hasta acá, hay que buscar un equilibrio, es necesario modular nuestro potencial, pero no escapar a nuestra finalidad.

Es metiendo mano que vamos a poder modularnos mejor, así como lo inmediato para todas las especies es sólo seguir el plan de la naturaleza con su futuro, para el ser humano, ese plan es: “meter mano”, es intervenir en la vida del planeta, es intervenir en nuestro propio cuerpo, esa es nuestra “naturaleza” ¡meter mano!

Por supuesto que en la historia y en la actualidad se han cometido errores y horrores pero también muchos aciertos.

Ésta es la gran paradoja, por un lado, estar aparentemente encerrados, en este espacio y en este tiempo, el espacio que podemos recorrer en los años que dura de promedio una vida. Por el otro, cómo contener en este corto espacio y tiempo nuestras incontenibles ansias de saber, de descubrir, de conocer, de explorar, tantas ansias de afecto, de ayuda. Tanta historia humana por recorrer, tanto futuro por conocer, tantos estímulos por captar con nuestros sentidos, tantos colores, tantas estrellas, tantos humanos por conocer, ayudar y con quienes compartir.

Tal ves sea en la profundización de la paradoja que se alcance a sentir una benéfica respuesta...