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Siglo XXI

lunes, 17 de agosto de 2015

Si es que cada generación traspasa a la siguiente infinidad de códigos culturales, en estos tiempos nos encontramos con la paradoja, por el momento indescifrable, de qué valores podrán pasar y hacer pié en un mundo tan cambiante e impredecible iniciado años atrás. De acuerdo al calendario, podemos preguntarnos entonces por el siglo XXI.

La gente de mayor “experiencia vital” pertenece a generaciones formadas hace no mucho tiempo, aunque sí de mucha distancia con los actuales acontecimientos. Sus paradigmas corresponden, en muchos casos, a un mundo que ya no existe, al menos para la percepción de las nuevas generaciones.

No se tratan, las actuales, de coyunturas históricas habituales para las que se tienen “recetas” conocidas, pues nunca antes el mundo estuvo tan conectado y nunca las diferentes culturas, originarias de momentos de separación se han comenzado a complementar, no sin fricciones claro, como hasta acá.

Ante estas circunstancias si alguien quisiera asomarse a propuestas, proyectos, decisiones de cierta importancia, en base a qué “mirada” lo podrá hacer.

¿Cómo ponderar correctamente los nuevos paradigmas, las nuevas creencias y sus direcciones? ¿Cómo puede servir un “mapa” en el que sus rutas llegan sólo hasta un punto que ya se ha alcanzado?

Obviamente no tengo respuestas a estos interrogantes, en todo caso sí creo que es necesario un nuevo punto de vista. Uno que coincida con el que a partir de 1969 nos permitió ver nuestro mundo de otra manera.[1]

Si reducimos al máximo los ciclos de la historia humana, se pueden interpretar tres grandes épocas, una que respondió casi exclusivamente a la acción puntual, a las situaciones más inmediatas para la existencia. Una segunda que sumó a la anterior, a través de múltiples formas siempre crecientes, las relaciones y el contacto con otros "diferentes". Así, poco a poco no fue quedando lugar sin “conectar” y el mundo, para bien o mal, se integro en un mismo “circuito”. Finalmente luego de esto que, no puede detenerse, todo comenzó a “crujir” (crisis de cambio) a reclamar un punto de vista que, sin abandonar los anteriores, de un salto apoyándose en una perspectiva que esté en resonancia con una nueva mirada global, del espacio y del tiempo.

Ver nuestro planeta desde el espacio es una síntesis de este tercer enfoque. Si bien aun allí nuestros sentidos nos siguen dando datos no absolutamente confiables ni tampoco la “traducción” que hacemos con nuestro psiquismo lo es, pero sí es seguro que muchas de las interpretaciones (imágenes, creencias) que estaban “abajo” dejaron de ser “reales” para este nuevo emplazamiento. Por ejemplo, en el espacio exterior no hay día y noche, como lo percibimos aquí; mirando a la Tierra, no hay fronteras, ni tantas otras diferencias que ya conocemos. Por otro lado, ya sabemos que los sentidos, la vista por ejemplo, capta estímulos pero que es nuestra conciencia la que los estructura en imagen.

Sin seguir complicando las cosas y volviendo al cause original, parece entonces que estas tres grandes épocas de la civilización humana, tuvieron también un punto de vista, una mirada y un "método" para encausarlas. Hoy estamos frente a la necesidad de un nuevo método en estructura con el nuevo tiempo. Una mirada que, sin oponerse a las dos anteriores, incorpore algo más.

Por lo tanto podemos afirmar que aunque lleve tiempo consolidar esta nueva mirada que diferencia, complementa y sintetiza, será ella la que nos conduzca como humanidad a una nueva frontera[2], más allá de nuestro Universo, quizás un futuro todavía no imaginable por los “viajeros” de este presente.[3]


[1] Para ampliaciones ver: http://pablofnz.blogspot.com.ar/2013/05/una-nueva-percepcion-en-la-decada-del_26.html y http://pablofnz.blogspot.com.ar/2013/06/una-nueva-perspectiva-iii-los-que-han.html

[2Qué decir de las limitaciones de nuestra prótesis (cuerpo) para el futuro. Un cuerpo hecho para este planeta y este espacio y tiempo. Nos meteremos cada vez más fuertemente con él! Qué decir de la dirección de “jugar a ser dioses” como buena! Se comienzan a abrir imágenes extraordinarias donde la "pequeña cordura" tambalea ante un espacio y un tiempo con la escala justamente de lo inmortal!

[3] “Así, hoy vuela hacia las estrellas el héroe de esta edad. Vuela a través de regiones antes ignoradas. Vuela hacia afuera de su mundo y, sin saberlo, va impulsado hasta el interno y luminoso centro.” Cap. XX. La Realidad Interior, “La Mirada Interna”, Silo.

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