Por primera vez he comprobado, accidentalmente, que se puede “ver el mundo como es”, sin ver permanentemente en él los propios intereses o contenidos mentales proyectados o ver la realidad desde el “tamizado” del propio paisaje. Esta experiencia me lleno de alegría.
Realmente debe haber sucedido muchas veces o se trata de algo bastante general, pero personalmente no recordaba nada similar. Tener esa confirmación, fue claramente algo experimentado por primera vez. Quizás lo nuevo se trató sólo de poder advertir el significado de algo que sucedía y que acontece habitualmente de manera inadvertida...
Los hechos fueron los siguientes, nada extraordinarios, tres personas entre las que me incluyo, sin ningún contacto entre sí, describieron del mismo modo una situación social determinada. Es totalmente improbable que la opinión de uno haya influenciado a cualquiera de los otros.
Por lo tanto digo, que en éste caso, lo que vimos fue una realidad más allá del propio “yo”…
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