Estamos en un momento histórico particular, interconectado como nunca, muy desarrollado técnicamente…
También la violencia en sus distintas formas se enseñorea en el norte y sur, al este y oeste, en el mundo todo. Gran acumulación de riqueza en pocas manos y hambre en millones. Desbordes de todo tipo, aunque con sus particularidades locales. Se plantean problemas en la economía, mañana en la educación, pasado en el ambiente cultural, más tarde en la seguridad vial y ciudadana, luego el desastre ecológico, etc., etc., etc.
Alguien dice: hay que hacer esto! Otro dice lo contrario…
En suma, estamos en un nuevo momento de la “torre de babel”, edificio ya crecido y hoy asistido por el esfuerzo y encuentro de todas las culturas del planeta…
Tal vez este panorama que he abordado sucintamente genere pesimismo y francamente en el presente cuesta en gran medida no sentirlo…
Sin embargo, hay una visión que sin negar lo que sucede, capta mayor cantidad de elementos de la realidad e infinidad de relaciones de datos, con los mismos elementos que son manifiestos para todos. Es una visión que Silo definió como “relacional”, en oposición a lo “lineal” (primero esto, luego aquello, etc.).
Aplicando esa visión y dentro de mis posibilidades de producir aciertos en éste análisis digo:
Si todo aquello malo que se ve desde las “ventanas” de los medios de difusión, parte de los acontecimientos de la actualidad, son también concomitantes de otras manifestaciones y con otro sentido, estas otras simultáneamente con “lo malo”, deben estar presentes o naciendo en el mundo, sin duda pequeñas, pero para nada ausente!
No es causa y efecto, sino simultaneidad, son las respuestas a un proceso mayor que como gran síntesis está uniendo a cada punto del planeta, a cada cultura, a cada ser humano y es en éste contexto que son concomitantes las distintas posturas ante esa nueva instancia, nunca vivida en la historia humana.
Surgen actitudes que ante el bienvenido agotamiento de los viejos valores se desbordan, lamentablemente hacia la violencia; posturas que externalizadas al máximo se aferran a las cosas como a maderos en un naufragio; otras que se resisten a la homogenización forzada de una cultura que pretende dominar y finalmente la nueva sensibilidad que ve futuro en este momento histórico, futuro que tiende a “lo espiritual” como centro de gravedad o prioridad y que lo expresa, tratando a los demás como les gustaría ser tratado.
Hay discriminación, seguramente está naciendo y contagiándose un gran sentimiento humanista de convergencia entre diferentes.
Hay violencia física, seguramente está surgiendo un repudio visceral a esa brutalidad.
Hay consumismo sin sentido, es seguro que se está tomando conciencia de esto.
Podríamos seguir con la lista, pero estoy seguro que entre todos podremos hacerla mejor y más completa.
Este raro optimismo va despejando y fortaleciendo todo lo que está naciendo en medio de todo lo otro, si bien es grande y egocéntrico, deja entrever su extinción futura, si lo pequeño sigue creciendo, es lo que permitirá continuar con la construcción humana en una escala nunca antes vista.
Permítanme poner un ejemplo simple, que se acomoda a mi modo de entender…Seria como ir agregando gotas de té en una taza de agua caliente, en algún momento y por acumulación de “partículas” de la infusión, el líquido cambia de estado y aunque pareciera que cada pizca que se lanza, se convierte en agua, aunque no se vea, comenzó un proceso de acumulación, él llegando a su punto cambiará el color y sabor del contenido del recipiente…
Hoy se ve a todas luces un sistema, más allá de su signo político, con gran incapacidad de autocritica, por lo tanto con aceptación natural de sus mecanismos históricos. Respondiendo a cada flagelo social reforzando o dotando de técnica a los mismos instrumentos existentes. Sin preguntarse sobre las raíces de los conflictos de manera calma e inteligente, aceptando lo que surja del análisis. Las caricaturas de hombres que culpan a sus contrincantes de los defectos sociales, habiendo sido ellos mismos criticados en algún momento anterior y seguro que serán criticados en el futuro en caso de gobernar.
Pero qué es todo esto?
También puede estar indicando que está naciendo la verdadera autocritica en las poblaciones, la búsqueda de la raíz de los conflictos, las ansias de liberarse de la estupidez y crueldad del momento.
Si es aceptable que cambien todas las herramientas que utilizamos para tantos trabajos, porque no aceptar cambios en las formas de gobierno o es que todavía perdura en su sostenimiento “polvos monárquicos” o la creencia de que existe otro color de sangre?
Hay que sacudir las formas de decisión de una vez, con ese tufillo aristócrata heredado del pasado y ya superado por el sentir de las nuevas generaciones!!!
Hay que vitalizar la conexión entre todos aquellos donde late la nueva sensibilidad opuesta a la violencia en todas sus formas, opuesta a la discriminación, opuesta al oscurantismo que pretende frenar el futuro!
No estamos solos en el mundo y estamos uniéndonos los humanistas y todos aquellos que comparten la nueva sensibilidad!!!
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