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La realidad

viernes, 2 de mayo de 2014

Soy participe de la forma mental de la época, ésta interpreta la realidad desconociendo que sólo ve partes minúsculas de la misma. Esos fragmentos que se afirman como “completos”, a veces dependen del humor en el que estoy, si comí o tengo hambre, si estoy cansado o si creo que las cosas me están saliendo bien, afirmando y rechazando muchas veces, lo que antes afirme. En suma una visión de la realidad más o menos falsa o ilusoria, basada en distintas creencias (no certezas) y sin embargo me muevo en base a esa “realidad”.

Una percepción que no alcanza a captar la complejidad y multiplicidad de elementos que van construyendo los momentos y los espacios de la “realidad”. Por supuesto que esta forma mental lo intenta de muchas maneras y vaya si lo hace…

Infinidad de dichos e interpretaciones pueblan el mundo, sin embargo no alcanzan a completarme el cuadro y su eterno devenir (movimiento).

Por ejemplo, se describe la historia según las variantes económicas de los pueblos o por conflictos de distinta naturaleza, a veces enfocado en las crisis de los sistemas de organización social y gobierno. Hay relatos que cuentan la historia desde el progreso material o desde las supuestas necesidades, etc., etc.

Todos aspectos que sin duda han sido parte de cada momento de la historia, sin embargo no la explican cabalmente, bien porque no describen la estructuralidad de los fenómenos o porque centralizan en uno de ellos, como si fuera el elemento que “movió la rueda del progreso” dejando al resto como “efectos” lineales de aquel impulso, negando así la concomitancia de eventos.

También se muestra la superación de lo viejo por lo nuevo casi a modo de caricatura y sólo se advierten los ritmos y ciclos cuando ya son obvios, además de no enseñar nada con eso…

A veces irrumpen comprensiones que súbitamente iluminan por instantes la anterior perspectiva. Busco las palabras y la manera de comprimir esa inspiración al formato limitado del que soy parte. Intento contener “el universo” en unas palabras o frases y cuando voy escribiendo o relatando se va escapando como agua de entre las manos hasta que finalmente veo simplemente la humedad remanente en la piel…A veces la poesía permite contener mucho más, aunque no es sencillo leerla. Tampoco es fácil para cualquiera traducir un "momento poético" en textos u otro tipo de producción.

Sin embargo, hay un nivel de comprensión donde las cosas son de otro modo, según leyes universales, según la experiencia, que el pensamiento describe, en un intento de detener su movimiento incesante y comprenderla. Aun desde la limitación del nivel del que soy parte, con la correcta actitud ante el instrumental adecuado, se pueden captar pinceladas y tonos de una Realidad con mayúscula…

(*) Las palabras resaltadas y en itálica corresponden a conceptos de las enseñanzas de Silo.

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