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Historia

jueves, 5 de diciembre de 2013

El fuego y el aire, los hermanos que activaron todo, en sus entrañas estaban sus pares, la tierra que es fuego frío y el agua que es aire frío completaron el mundo, así todos los seres tenían su pertenecía y composición, hasta que apareciste tu y se te dio además, un soplo especial…

Un quinto elemento que aun después de milenios es intermitente, aunque nunca ausente, en muy pocos es presente, estos nos han hablado de muchos modos, buscando que nos rencontremos con aquel soplo y que lo convirtamos en argumento, en melodía…

A lo largo de la vida hemos tenido sus manifestaciones, pero sin lograr permanencia, aun falta tiempo para que aquello "sea" en todo y en todos.

Tal vez nosotros seamos tiempo que suma…

Se ven sus manifestaciones caídas y sin conciencia de sí, en tantas expresiones que ya no se pueden contar…

Son como esferas que caen lentamente y rebotan a nuestra vista, para luego subir tan alto que las dejamos de ver…

Sin embargo, es una posibilidad siempre presente, sin tiempo, sin lugar…

Dicen que es necesario poner de acuerdo al propio fuego, con el agua, con la tierra y el aire para poder escalar y asirlo…

O bien soltar todo lo asible, para que se manifieste lo inasible…

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