Las grandes tendencias de la Historia pueden ser medidas de diferentes formas, una de ellas es a través de los cambios generacionales. En estas nuevas generaciones se manifiestan transformaciones en la manera de sentir, en los valores y creencias. En ocasiones, estos cambios son sutiles, mientras que en otras son bastante marcados. Algunos son tan notorios que nos llevan a afirmar: "¡cambió el mundo!".
Con gran simultaneidad, estos cambios comienzan a expresarse no necesariamente de maneras deseables o esperadas según lo establecido en cada momento, sino más bien, generalmente, en reacción a esto. Es por ello que lo establecido se alarma y se ve desconcertado sobre cómo responder.
Estas transformaciones no pueden ser categorizadas como buenas o malas de manera definitiva, ya que su ponderación en la coyuntura es difícil. La perspectiva más adecuada proviene de una mirada amplia sobre los procesos y la Historia. Por otro lado, ¿de qué sirve oponerse a una cierta evolución de las cosas sin comprender primero, con cierta profundidad o amplitud, lo que está sucediendo?
Para ejemplificar todo esto, podemos remontarnos a los grandes cambios que empezaron a manifestarse con fuerza en la década de 1960, quizás la primera manifestación mundial con cierta espontaneidad y coherencia. En aquel entonces, ocurrieron numerosos acontecimientos en diversos campos, y podemos tomar como referencia a la banda de Liverpool como una manifestación de esa nueva forma de percibir el mundo y de lanzarse a vivirlo y transformarlo.
Cincuenta años más tarde, muchas cosas han cambiado. Podemos dar una zancada en el tiempo y tomar otro hito que refleje los nuevos aires que se han precipitado en la vida. Las generaciones más antiguas lo experimentan con cierta incredulidad, seguramente similar a la que sentían los padres de las generaciones de los años 60. El 15 de julio de 2012, un cantante coreano publicó en YouTube el sencillo "Gangnam Style". Esta canción recorrió el mundo y se convirtió en el primer fenómeno viral internacional, rompiendo récords Guinness al superar las 3,748,000,000 de vistas.
Con esta canción se expresaba algo completamente nuevo, derribando barreras geográficas, culturales y de medios de comunicación. Se confirmaba la existencia de un mundo virtual de algoritmos, pantallas, brevedad y cambio constante. Todos podían acceder a este mundo desde pequeños dispositivos que además permitían la interacción desde cualquier lugar. Avanzaba el mundo de las redes sociales, las selfies y la individualidad que se encarga de mostrar instantes de placer, humor, opinión, etc. Por último, la inteligencia artificial y el rumbo del mundo se vuelven inciertos, aunque parece que las nuevas generaciones mayoritariamente saben lo que No quieren...
Un mundo de certezas exteriores, pero de incertidumbre interior. En este contexto, se buscan respuestas y algunas aparecen, pero carecen de proyección futura, ya que basan su certidumbre en el pasado (fueron "aciertos" en otros momentos históricos), mientras que no hay propuestas conocidas que basen su certeza en el futuro...
En medio de todo esto, el siloismo es una salida que fundamenta su certidumbre en el futuro, aunque quizás sea difícil de narrar, pero así es...
Nota: The Beatles y la canción Gangnam Style, son elegidos aquí como “marcadores” de un momento, no se les da otra relevancia. Son fenómenos concomitantes con lo que está sucediendo de manera extendida.
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