Nadie puede negar los primeros intentos de comunicación y “dialogo” (convergencia) de los primeros humanos, aunque visto desde hoy, resulten algo grotesco.
Si se van quitando las situaciones donde hoy se intenta la convergencia de esta fuerza benéfica, seguramente el mundo sería un lugar peor…
Se está manifestando de maneras múltiples y en muchos seres humanos. Aquellos que se ocupan del acceso al agua potable, de resolver la contaminación, de atender a los excluidos, de alcanzar la paz, de oponerse a la violencia de todos los tipos y así se pueden seguir enumerando muchas acciones. Estos impulsos son convergentes (aunque se los intente manipular).
También están los otros impulsos que son los divergentes, aquellos que quieren frenar, controlar, oscurecer y postergar la inevitable dirección hacia la primer NACION HUMANA UNIVERSAL.
Hay que resaltar que estas fuerzas no están en el espacio de manera inapresable, por el contrario, se agitan en mi interior y cada día elijo a cuál dejaré expresar. Así se proyecta en diferentes consecuencias para mi vida, y también lo que proyecto hacia la vida de los demás.
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