Durante 50 años hemos dejado atrás muchas situaciones, muchas formas, ensueños y expectativas.
Muchos amigos quedaron también, aunque ellos sigan muy presentes a su manera...
Opuestamente a tantos cambios, hay algo que permanece y permanecerá y es el sentido de tanta cosa. La formas, algunas más afines que otras, fueron capas temporarias necesarias para el mundo material, a ellas las fuimos incorporando y dejando.
Pero hay algo “duro” como el hueso del durazno que siempre está ahí y dejarlo sería como: perderlo todo.
Podemos cambiar, dejar expectativas, dejar de ver amigos, dejar creencias, cambiar palabras, pero nunca dejaremos “el espíritu y sentido del Trabajo...”
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario