Hay situaciones en que las personas padecemos una afección muy conocida, aunque poco recordada, denominada: “síndrome de yoismo”.
Se expresa plenamente cuando se toman opiniones, posturas e ideas de otras personas notables, para fundamentar la “propia pequeñez particular” (PPP). Ciertamente cada cual es libre de hacer su interpretación de todo, para la propia vida, pero, la afección o síndrome se maximiza cuando se busca proyectar esa interpretación (PPP) a los demás y hacerla universal.
Esto se agrava cuando el individuo, presa de este síndrome, tiene un micrófono o influye en miles de seres humanos.
Un antídoto conocido para este mal es la consulta y el intercambio, bases de la comunicación. Esto ayuda a rescatar la humildad humana y así arribar a mejores decisiones.
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