Todo el mundo natural, que nos permite la vida, también esta plagado de peligros. Los océanos no son “enemigos” cuando se devoran embarcaciones, ni cuando arrasan poblaciones con sus olas. Los leones tampoco lo son y sin embargo son temibles, etc.
La humanización del mundo nos trajo hasta aquí y nos permitió enfrentar muchos de estos peligros y controlarlos. Por lo tanto, se puede afirmar que: si hay un enemigo de la humanidad, es la des-humanización o lo que es lo mismo, frenar, postergar y no impulsar todo aquello que humanice.
En este contexto “humanizar” es crear las mejores condiciones para el desarrollo de la vida humana, tanto en relación a su ambiente natural y sobre todo, al desarrollo en su ambiente social. Ésta aspiración da sentido al presente y una dirección hacia el futuro.
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