Cuando lo visible se desorganiza y desborda, hay que atender a lo invisible. Con alguna lentitud, comparado con lo mecánico (no porque sea lento, sino por nuestra falta de destreza en su manejo), lo intocable comenzará a dar su respuesta, se paciente, acercate con afecto y se verá, de muchas maneras, su influencia...
La mano es la última manifestación de las células, pero ella no puede llegar hasta éstas y “tocarlas”, solo la energía o luz interna puede hacerlo...
En el cuerpo hay varios miles de millones de células, dentro de ellas se dan las funciones vitales de los seres vivos. Los humanos somos el “coordinador”, más o menos intencional, de toda esta comunidad. Es bueno que no generes “guerras” ni otros quebrantos en tus dominios...
Quizás cuando se vea a la humanidad como un solo cuerpo y con distintas funciones o tipos de “células” se pueda alcanzar un nuevo comienzo...
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