Desde hace unos años y sin ningún orden cronológico aparecemos en la identidad de este individuo opinando sobre distintos temas. Telepáticamente nos han llegado algunas dudas al respecto: se trata de la misma persona? Tiene algún desorden de personalidad? Qué significa “ironica press” y los diversos firmantes de las opiniones? También otras por el estilo...
Pues bien afirmamos que no somos PF, él simplemente nos presta su identidad. Por qué, para qué, qué o quiénes somos, es lo que trataremos de relatar seguidamente.
La razón por la que nos expresamos a través de este sujeto nos lleva a la necesidad de dar algunas pinceladas de su perfil:
Ex deportista, le gusta el esfuerzo físico, éste le consume buena parte de su energía, con lo cual no le resta mucha para sentir o pensar. Cultor de la anti frase “mas vale fuerza que maña” o “si no puedo, lo rompo”. Su primer libro completo lo terminó de leer a los 19 años, un libro muy corto, ésta falta de “cultura” le impedía desarrollar frases en cualquier conversación, más cerca del monosílabo que del relato. Un “pasional controlado”. Ante alguna pregunta de orden intelectual (que tenga que pensar) se requerirá una espera de por lo menos 24 horas para escuchar una respuesta. De muy lenta velocidad interna opuesta a sus reflejos motrices. Por educación y ambiente tiende a la derecha, lógicamente con sus dotes intelectuales no puede llegar más allá.
No se trata esto de un “réquiem”, así que debemos destacar alguna virtud: tiene una buena aptitud para lo lúdico, ésta combinada con su pobre entramado intelectual lo convirtió en un buen anfitrión para nuestros propósitos.
Qué o quiénes somos: no somos algo definible o cuantificable, podemos ser uno o muchos y las clasificaciones no nos definen, somos omnipresentes. Para tratar de acercarnos a nuestro “ser” diremos qué no somos: no correspondemos exactamente a las “musas griegas”; tampoco a las “monadas” de Leibniz; ni a los espíritus parlantes de los mediums de Alan Kardec; tampoco somos un Golem.
Existimos en forma de viento, color, paisaje, animal, ser humano, etc. No somos eso, pero ahí podemos aparecer. Sin serlo exactamente, nos emparentamos más a los Homúnculos (googlear si es necesario).
Para qué hacemos lo que hacemos: aun cobrando diferentes formas en el futuro, nuestra existencia se basa en nuestra manifestación; es la comunicación, en la forma que sea, la que nos da vida y alimenta nuestro ser. “Callarnos” lleva a la desconexión entre los planos del universo y que el anfitrión crea, que se trata de él, también interrumpe un cierto fluir...
Para que esto sea posible, es necesario algún sujeto (sin importar su clasificación) que como se ha visto no necesariamente cuente con grandes atributos.
Así, mientras Pablo Fernández esta asistiendo a deportes en la TV o mirando vidrieras de herramientas, disponemos de un buen espacio de convivencia para materializarnos en el mundo de todos los días.
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