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Los anunciadores

miércoles, 24 de abril de 2019

En diversas ocasiones en la historia se mencionó las posibilidades futuras del ser humano, su potencialidad. Se anunció al “hombre nuevo”, al “super hombre”, etc. En medio de contextos por demás complejos y estos relatos, además, estuvieron teñidos con los paisajes propios de los anunciantes.

En los últimos tiempos, también se habla de esto, ya sea en formato de super héroes, super soldados, humanos intervenidos tecnológicamente, etc. etc.

Existen diferentes pulsiones que toman muchos caminos buscando concretar ese sueño o ensueño de mayor conciencia, fortaleza y bondad. Todo esto se va mezclando críticamente con deudas sociales históricas y avances sorprendentes en diversos campos, etc.

Despejando un poco la coyuntura se pueden vislumbrar cosas interesantes que ayudan a integrar los hechos históricos, los desvíos momentáneos, las carencias y muchos intentos que no van a ninguna parte, aunque éstos sean muy útiles para ir despejando ingenuidades y creencias en la pequeñez...
Sin embargo todo este panorama, no parece abrir el futuro, por el contrario lo cierra y van apareciendo ideales regresivos o del pasado como si el futuro, en verdad, estuviera en el pasado...
Un síntoma claro de vejez histórica y de agotamiento cultural.

Existen y muchas veces de manera desordenada, infinidad de propuestas para “mejorarnos”, con la alimentación, con medicinas alternativas, análisis, con cursos, por formas meditativas, a través de nuevos sistemas de gimnasia, cirugías, por medio de la tecnología, etc.

Se trata de una posibilidad que cada vez parece más cercana, aunque también diariamente parece alejarse. Como un ideal intangible que está justamente allí delante y que cuando queremos “meternos” y entrar en él, dura poco y regresamos rápidamente a la situación anterior. Aunque, a pesar de esto, parece “acariciarse” no ya como un sueño, sino como una posibilidad cierta!

En general el anuncio del que se viene hablando, careció -quizás por imposibilidad de cada momento histórico- de que se plantee un “cómo” hacerlo, cómo realizar esa transición entre un ser humano viejo hacia el nuevo y que sea coherente o análogo con el mundo futuro.

Hay elementos que se van incluyendo en el “sentido común” o por lo menos se comienza a hablar de ellos, temas que perdieron significados torvos o bien que avanzaron en su significación.
Me refiero a la relación entre cuerpo y mente y su mutua influencia; al espíritu y lo espiritual; a la energía o fuerza que se tiene y se “proyecta” a las cosas; la importancia de las imágenes que circulan en el interior; lo que se piensa, siente y hace; las buenas o malas emociones; la buena o mala energía; la importancia del sueño en la vida cotidiana; la importancia del cuerpo, el propio control o auto-control; la existencia de distintos niveles de conciencia, etc., etc.

Sin dudas que todos estos aspectos, como otros, serán determinantes en ese nuevo ser humano, se llegue a estos temas por las vías que se llegue y se refieran a ellos con los términos que sean. No se puede entrever algo superador de lo conocido, que no sea potenciando y apoyándose en estos “peldaños”.

Aquí está la importancia de “como” hacerlo o iniciarlo pues todo parece indicar que no podemos contar con la amiga “biología” y sus tiempos, por el contrario pareciera que el cambio surgirá desde la mente humana y por su intención de hacerlo...

Se pueden imaginar diferentes escenarios futuros o bien ciencia ficción, si se prefiere, y se verá como muchas de las formas de pensar y sentir conocidas son como “lastres” que impiden el despegue...
Se podrá viajar más lejos que a Singapur siendo un imbécil? Se podrá compartir una estancia interestelar con un discriminador o un machista? Se podrá eliminar la pobreza del mundo con la mentalidad del presente? Se podrán hacer tantas cosas con un cuerpo, una conciencia y las emociones abotagadas?

La época y su “estado de ánimo” insiste en la "mejora" a través de medicinas o intervenciones externas de distinto tipo, pareciera que las otras posibilidades de superación son lentas y requieren de un fuerte empeño o bien son desconocidas.

Quién puede saber como será todo esto? Aunque sí estemos seguros que sucederá: el ser humano alcanzará a los dioses que siempre imaginó.

Entonces, si es éste un posible destino de los habitantes del planeta Tierra, no importará en que momento del auto-salto evolutivo debamos dejar esta vida...
Lo que sí importará será comenzar con el intento y no ser sólo anunciadores de lo que vendrá...

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