TwitterFacebookGoogle PlusEmail

¡Un mundo feliz? (la contradicción de los signos es intencional)

martes, 16 de enero de 2018

Romina, finalmente accedió a la tecnología “oficial”, compró una computadora que venía con sistema operativo original. Luego de años de programas piratas, ahora sí entraría al sistema de manera legal. Basta de notificaciones, alertas y demás rarezas que toda su vida informática había sorteado, a veces, trabajosamente.
Luego del entusiasmo que estos pensamientos le alimentaban, comenzó la operatoria y poco a poco se fue dando cuenta que el único ingreso al sistema que quedaba claro era: ahora ya es una “clienta” y la novedad, simplemente, es que cada nuevo programa o aplicación le ofrece nuevas ventas, periodos de prueba gratuitos que en días deberá comprar, etc., etc.

¡Así cada acción, consulta en la web o cliqueo, terminaba identificándola y convirtiéndola en una potencial compradora de más cosas!

Recordando a Descartes se dijo: compro, luego existo…

No hay comentarios:

Publicar un comentario