Luego del éxito del Pro, es moda ponerle nombres cortos y de perfiles difusos a los Partidos Políticos, cambiemos, evolución, creo, cumplir. En ningún caso se aclara hacia dónde es tal movimiento o de qué se trata la creencia o qué se cumple.
Esta moda, no es nueva, buscando en mi memoria recordé a la “nueva Fuerza” de Julio Chamizo, que, con el aval del ingeniero Alsogaray, irrumpió con un estilo, hoy diríamos muy pro, en las elecciones de 1973.
Su logo era una diana, donde se acertaba al circulo central, dando la imagen justamente de logro y a la vez de ser políticamente de “centro”, disfraz recurrente de los “conserva”.
Ellos pusieron muchas publicidades, promotoras con remeras, spots en tv con música pegadiza y en suma bastante de lo que vimos después en la pretendida “nueva política”. En poco tiempo y gracias a una fuerte inversión económica produjeron un gran conocimiento, aunque no se reflejó en las urnas. Aunque eso gastos monetarios seguramente serian recuperados, con creces, en lo que vino después.
Claro, con el paso del tiempo todos aprendemos, incluso aquellos que a uno no le simpatizan.
En general, los partidos políticos y las agrupaciones, elegían un nombre que fuera una especie de "extracto" de su visión de la política y de sus valores. Ahora se ve que importa más el nombre de un individuo que los valores que representa.
Parece que se persiste en esta moda, así que ponemos aquí algunos nombres, aun libres, que se podrían utilizar y seguramente surgirán otros: amor, gauchito, puntual, pagador, chiquito pero cumplidor, antiloser, prowinner, etc. etc.
La aburridora (letanía clásica)
sábado, 22 de julio de 2017
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