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Qué lo parió...

lunes, 10 de octubre de 2016


Me desperté luego de un sueño muy claro y con ciertas imágenes de pesadilla. No fue un mal sueño, en cuanto a lo que experimenté en él, pero si tuve un cierto malestar al salir a la vigilia, una especie de susto.

Fue la primera ocasión (que recuerde) donde lo que transcurre en un sueño me da la certeza de que estoy “conociendo” el futuro.

El argumento que se me relataba, estaba referido al futuro de los acontecimientos políticos y sociales de la actualidad. Se explicaba la existencia de una crisis energética, dado que todavía no se puede suplantar el petroleo y para que surja un combustible alternativo que reconvierta todo, hay que esperar muchos años. Por esto las grandes ciudades que consumen demasiada de ésta energía son un problema. El conflicto es tal que sobran la mitad de los habitantes del planeta, reduciéndolos al 50 por ciento se duplica y aun más, las reservas y duración de la energía disponible. De éste modo el ataque a las grandes ciudades es un objetivo de las próximas guerras, que vaya a saberse bajo que pretexto se harán. Luego en cuanto a estas latitudes, está previsto su cuidado por sus territorios y recursos naturales, no por su gente.

Después de muchos días no he logrado olvidar el sueño y estuvo "orbitando" en mi cabeza desde aquella noche. Las preguntas que se repetían eran ¿qué hago con ésto? ¿Se tratará simplemente de un sueño paranoico? ¿De dónde saco semejante escenario "apocalíptico? Así con estas preguntas y otras más, fui viviendo cotidianamente sin ponerle mayor atención al tema, aunque sin lograr que éste desapareciera.

En una segunda etapa busque racionalizar un poco el asunto y comencé a observar que en la actualidad, cada uno de aquellos aspectos que se planteaban en el sueño, tienen su presencia, no son extemporáneos. Me refiero a que el problema energético y de recursos naturales está y las energías alternativas son posibilidades ciertas, pero el acceso masivo a ellas es lejano; la superpoblación y la concentración en las grandes ciudades ya es visible para todos; la actitud beligerante de los grupos, Estados y personas es noticia todos los días, junto con las amenazas nucleares; la compra de extensiones de tierras por millonarios de diversas banderas, se viene produciendo en ésta región, desde hace ya varios años.

Ademas se observa que el sistema actual, aquí allá o acullá, no puede resolver (o no quiere) el problema de la pobreza, la desocupación, la vivienda, la salud, etc. En la actualidad la mitad de la población mundial vive en las mega ciudades.

Sin dudas que estas reflexiones me fueron llevando a advertir que en el sueño se había producido una especie de "síntesis" de muchas cosas que son presentes (que ya están sucediendo) y que ese "futuro", en realidad podía estar cercano.

Tal vez gracias a las bajas defensas del "yo" que se da en el sueño y que permite apartar un tanto sus ocupaciones, toda esta información que está en la conciencia se vinculó en un sintético argumento donde todo se conectó.

En los sueños se suelen manifestar todos esos temas que a uno le rondan: por mi parte, desde hace un tiempo me inquietaba la imposibilidad que experimentaba de ver el futuro, también la crueldad incomprensible de las guerras y cómo a pesar de estar cercanas en la historia, la primera y segunda guerra, incluyendo a Hiroshima y Nagasaki, la guerra fría y sus pequeñas guerras (Corea, Vietnam, etc, etc.). A pesar de la cantidad de muertes y secuelas en las personas, aun se persiste en esa forma de confrontación.

Me sorprendía que la discriminación aparentemente superada, regrese, la esclavitud aparentemente superada con otros nombres, continúe. El peligro nuclear y sus nubes toxicas que parecía distendido, vuelve a sacar sus garras. La insensibilidad de los impulsores del capitalismo por todo aquello que no sea rentable (lo humano). La destrucción del medio ambiente y la naturaleza que va mostrando también su potencia, etc, etc. etc. Del mismo modo, todo esto está mostrando lo que también sucede
en las cabezas de las personas.

No se trata de ser pesimista u optimista, se tratan de direcciones y tendencias de la actualidad y que el voluntarismo que se quiera exhibir como ejemplo de otra dirección constructiva, no podrá detener.

¡Es un momento histórico que se puede describir como "des-almado"!

¿Entonces cómo tener esperanzas en estos momentos?

También hay tendencias hacia otro tipo de futuro que se están construyendo hoy y que se alimentan de verdaderas esperanzas y la historia nos muestra que la aparición oportuna de alguna de éstas manifestaciones puede hacer una diferencia y producir un desvío de los acontecimientos.

¿Sobre qué experiencia y acciones se podrá apoyar la esperanza de un nuevo futuro?

Sin dudas que se tratará de alguna experiencia posible y acciones inmediatas que lleven a superar el encerramiento y el egoísmo, que lleven al encuentro del verdadero sentido de la vida.
Porque está claro que la dirección actual del mundo es tal, justamente, por su lejanía con esas experiencias fundamentales...

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