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Curiosidad

domingo, 21 de febrero de 2016

Me senté en la terraza de un bar, estaba prácticamente vacío, vino el camarero y pedí un café. A los 5 minutos vino nuevamente el mozo y me preguntó, una vez más, que iba a tomar. Con cierta sorpresa, le dije: ¿no recordas que te pedí un café? A lo cual me dijo: ¡ahh si disculpame!

De inmediato se acercó su compañero a explicarme que, el mozo, estaba sin dormir y que había tenido una mala noche... Me reí e intercambiamos bromas.

Cuando finalmente llegó el café, el camarero "dormido", me comentó sobre algunos problemas familiares que tenia y que ante la imposibilidad de descansar, a causa de las preocupaciones, la mujer le había dado un “Rivotril” que no le había hecho efecto en toda la noche, pero ahora sí estaba sintiendo sus efectos, claro que ya en medio de su jornada laboral. Conversamos un poco sobre “las preocupaciones” e intenté darle ánimo...

Una hora después, ya en mi casa, sentado escribiendo en la computadora y con la ventana del tercer piso abierta, luego de una suave brisa escucho un ruido de algo que entra por la ventana e impacta en el piso de madera. No le doy importancia y continúo con lo que tenía entre manos, sin embargo me da curiosidad y me levanto para mirar de que se trataba.

Era el trozo de un blister vacío de pastillas Rivotril ...

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