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El ángulo

lunes, 22 de septiembre de 2014

¿Queda algo de fe[1] en un proyecto[2] si sólo lo sostiene la pelea y la crítica[3]? Mi respuesta es, cuando lo único que activa mi entusiasmo es la pelea y cuando necesito ir hacia la crítica, lugar desagradable pero al que no me puedo resistir, estoy escapando de mi propia frustración. Esto me puede indicar que no queda fe en un proyecto que en su momento me abrió el futuro.

Haré un rodeo para describir cómo surgió la pregunta y en general cómo surgen mis conclusiones, si bien esto no reviste de ninguna trascendencia, creo valido aclararlo pues también explica para qué escribo sobre diferentes temas.

Debo decir que la pregunta y su respuesta, no se sintetizaron en mí, a partir de largas meditaciones, ni de razonamientos intelectuales, sin desmerecer estos procedimientos, al contrario, pero no es mi forma habitual de pensar. Sucede que, los temas giran en mi a distintas profundidades, a veces cercanos y otras lejanos. Luego, en algún momento, surge una síntesis que recién al escribirla cobra "forma".

Ahora, intentaré desplegar el contexto desde donde surgió el tema, hacer esto implica un trabajo de profundización. Dado que hasta que aparece la idea como síntesis, han participado muchos elementos, por ejemplo recuerdos, sueños que muestran “algo”, observaciones cotidianas, el escuchar a otros, lecturas de diferentes textos, autocritica de experiencias y creencias y tantas otras cosas…

No es que esa estructura de elementos internos se fue armando como un argumento racional y luego surge la síntesis o que todas esas experiencias están en un mismo lugar. Al revés, esta la intuición de ese armado interior, pero es la síntesis la estructuración final de infinidad de temas más o menos claros que al intentar escribirlos se van ordenando y transformando en comunicables, dentro de un mismo argumento. Ahora intento llevar esa claridad de lo razonado hacia ese mundo múltiple, a través de la reflexión y la escritura...

Ahora, sobre el título de este escrito, hace mención a un modo de graficar el espacio o diferencia que suele existir entre una imagen aspirada y la imagen de la “realidad” cuando es alcanzada. Me refiero a esa distancia de la imagen de un proyecto, por ejemplo de una etapa de la vida, con lo que efectivamente se alcanzó, esa diferencia, esa distancia es a la que aludo con el término “ángulo”.

Esta diferencia entre objetivo y logro, atañe fuertemente a lo que conocemos como “criterio de realidad”[4].

Me ha sucedido que una vez alcanzado o completado un proyecto, su conclusión se me aparece como frustrante, es decir una distancia significativa con aquello a lo que aspiraba. Pero esto también es un recodo, una gran oportunidad que me permite ver el ensueño, que en forma de aspiración o en forma de proyecto, ha estado operando.

En ese sentido lo efectivamente alcanzado se mostraba como la contracara del ensueño, develando así la característica de ese estado que se describe como “soñar despierto”.

Ejemplo: en búsqueda de algún canal de expresión me inclino por la pintura, cuando logro expresar a través de ésta técnica, una imagen hacia un cuadro, veo al concluirlo que éste dista mucho de la imagen que quise trasmitir, son altamente frustrantes mis limitaciones en hacerlo. Aquí está presente “el ángulo”!

Allí, puedo frustrarme y “tirar todo” viendo como esa vía se cierra para mi aunque no a tantos otros que lo pueden hacer y yo no! etc. etc.

También puedo fracasar advirtiendo en qué consisten las diferencias entre la imagen y el cuadro, enumerarlas, y descubrir qué me están mostrando. Lo que debo aprender, por ejemplo, más allá del talento (esquivo señor) que pueda tener, pues es claro que el dibujo tiene sus técnicas, reglas, que son esenciales para el desarrollo en ese campo.

Siguiendo la pauta de La Mirada Interna[5], encontré que ese espacio o ángulo al que me refiero, me deja en la senda de la frustración, pero, también hay una puerta en ese "camino" que es intencional y que consiste en el fracaso, el fracaso de aquellas expectativas que impregnaron a la imagen aspirada o al proyecto.

Al reenfocar desde esa nueva perspectiva una situación vital he descubierto efectivamente y ya sin los “lentes ahumados” del ensueño, el avance que se produjo intentando alcanzar ese proyecto o esa aspiración, quiero decir que hubo avances, hubo cosas interesantes que sin embargo cuando las miro desde la frustración del ensueño, no existen, no están. Ahora cuando veo el tema, abierta la puerta y atravesado el umbral del fracaso, aparece otra realidad donde se descubren aciertos, aprendizajes y avances que tienen una “consistencia” más sólida que lo visto en la otra “película”. Esto se experimenta como una afirmación en el criterio de realidad.

Esta visión sobre la realidad más ajustada, que el ensueño impide advertir, me ha permitido cuando lo he logrado hacer, valorar lo alcanzado por una parte y por la otra, comprender las verdaderas necesidades a las que debo dar respuesta. A veces consistió en necesidad de capacitación o aprendizaje para avanzar en algún campo que no conozco o en el que me estoy iniciando. Otras veces se trató simplemente del aprendizaje permanente que ofrece la vida…

Ejercitando esa actitud de la que nos habla Silo[6], es posible ir ajustando y empequeñeciendo ese ángulo, integrando temas pendientes y con entusiasmo visitar frecuentemente el nuevo intento.

En síntesis cuando reconozco la falta de fe en algún proyecto, a veces mostrado por la frecuente crítica y la pelea, otras veces, por el desanimo; cuando me doy cuenta de esto, entonces reflexiono sobre las expectativas y el fracaso.
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[1] El significado de fe fue tomado del capítulo del libro “El Paisaje Interno” de Silo. Se incluyen abajo tres de sus parágrafos. La consulta completa del texto se puede hacer de manera digital, a través de www.silo.net
[2] Proyecto está significando, tanto aquello que se planifica más o menos técnicamente, como también las aspiraciones e ideales “lanzados” al tiempo futuro.
[3] “Critica” en este caso no se refiere a uno de los mecanismo de reversibilidad de la conciencia (critica y autocritica). Por el contrario hace alusión a una actitud de ver lo negativo o desagradable sin buscar una salida o solución integradora.
[4] Criterio de realidad, se refiere a esa mirada que permite ver los elementos donde realmente la vida está apoyada (variadas experiencias, situaciones, recuerdos, aciertos, errores, afectos, personas, posibilidades y condiciones, etc.). Por otra parte está ligado al abandono de las "falsas esperanzas" y al fortalecimiento de aquellas verdaderas.
[5] El Mensaje de Silo.
[6] “de fracaso en fracaso”, La Mirada Interna.

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Obras Completas Vol. I, Silo. “Humanizar la Tierra”
El Paisaje Interno

XIV. LA FE

3. He visto la diferencia que hay entre fe ingenua (también conocida como “credulidad”) y aquella otra violenta e injustificada que da lugar al fanatismo. Ninguna de las dos es aceptable ya que mientras una abre la puerta al accidente, la otra impone su paisaje afiebrado.

9. Si una fe abre el futuro y da sentido a la vida, orientándola desde el sufrimiento y la contradicción hacia toda acción válida, entonces su utilidad es manifiesta.

12. Si logras fe en ti mismo y en lo mejor de quienes te rodean, fe en nuestro mundo y en la vida siempre abierta al futuro, empequeñecerá todo problema que hasta hoy te pareció invencible.

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