TwitterFacebookGoogle PlusEmail

Algo reciente

martes, 15 de julio de 2014

El hombre iba caminando y saludando a toda la gente. Estábamos con él y llegábamos a un lugar de a pie, luego de leer un texto que estaba puntuado 1.15, 6.14 y así, leyó alguno de ellos y me resultó conocido pero no lo pude identificar.

En el mismo sueño pensé que era como hablar de algún tema familiar en otra “clave” como filosófica, técnica u otra manera de presentarlo.

Lo destacable era su manera de caminar y su modo de saludar. En cuanto a lo primero era como resonando con alguna música, pero no un caminar como un afroamericano del Bronx, por ejemplo-que se agita con algún ritmo personal al andar- sino desde más adentro, se le notaba por su armonía y no era grotesco u obvio. Como si el sonido o música le viniera de un nivel más profundo que el muscular.

En cuanto al saludar, lo hacía con todos y se le notaba conexión con cada uno, sentía afecto por el otro, no por compartir algo biográfico u otra afinidad que pudiera tener con quien saludaba, sino que lo hacía de un modo que se conectaba con aquello que estaba más “atrás” de cada individuo y que es más profundo que la personalidad…

Todo esto o estas dos cosas, mejor dicho, dejaban en un segundo o tercero o inexistente plano como iba vestido. Estaba con ropa usada y sin excesivo cuidado. Su carga vital era interna y desde allí se movía, es decir, no estaba sobrecargada la superficialidad de su aspecto, por lo tanto lo externo, no era claramente su centro.

En definitiva ambas acciones, caminar y saludar, trasuntaban algo que no era obvio y que venía de algún nivel profundo y armónico.

Sentí estar ante alguien especial, calificable de muchas maneras, creí ver al ser al que "viajamos", en esta travesía de posibilidades, lenta pero en constante evolución…

No hay comentarios:

Publicar un comentario