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Rollos

jueves, 3 de octubre de 2013

Estoy en el valle y no hay una clara necesidad de escalar hasta la cumbre que está en la cordillera…

Toda la vida se da aquí, están los otros, están los alimentos, el abrigo y el agua pura que desciende hasta donde se desarrolla la existencia…


Qué necesidad tengo de emprender el ascenso?
Si todo lo que creo necesitar aquí se presenta, en este lugar…

Si hasta la nieve por acción del calor del sol, se funde y desciende cristalina hasta mi morada…

Para qué entonces querría escalar a la altitud del monte más alto?

Sin dudas habrá alguna razón, pero no creo que sea ninguna de las que se resuelven con los elementos que encuentro aquí en el valle, entre mi gente…

Cuál será esa razón?

Me quedo alegre con este interrogante…

Que en suaves rebotes queda en mi interior, hasta que tal vez en algún momento deja de ir y venir y se convierte en “centro”…

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