En ese ir y venir cual puerta giratoria, entra y sale gente, aunque los que logran mayor permanencia en el campo de los confiables, serán muy influyentes, si es que, en algún momento, se salen de allí y seguramente, sobrevendrá una crisis de fracaso…
Así, el tipo, se va moviendo en la vida, cuestionando lo que hacen o no hacen otros, pero, alguna vez se preguntará por la “confiabilidad” de sus propias creencias que en definitiva son las que ponderan el mundo…
La pregunta entonces es: ¿por qué no cuestionar las propias creencias, será que ellas son “confiables”?
Al plantear esta pregunta, el tipo, se dio cuenta que en realidad sus creencias son límites y que dejan de ser confiables (si es que alguna vez lo fueron) porque el mundo se mueve, las situaciones cambian y si las creencias no lo hacen estamos en problemas…
Luego de esto se imaginó el ideal de moverse sin creencias y atendiendo a las manifestaciones de los otros, quizás así, se pueda ir hilvanando un modo nuevo de estar en el mundo y comience un verdadero cambio. Veremos que puede hacer el tipo…
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