Intercambiando con un amigo (Pedro) me comentaba que estaba atendiendo a las “señales” que le llegaban, en distintos momentos, para saber cómo orientarse o cómo reencontrar su camino…
Hace más de 6.000 años, una cultura que se desarrollaba en un desierto, tuvo que mirar hacia el cielo para identificar referencias y guiarse. El paisaje poco les ofrecía en este sentido; fueron los primeros astrónomos. También los navegantes en el mar, en otro tipo de desierto, se guiaron por las estrellas y su luz.
Mientras íbamos haciendo estas relaciones concluimos que: en las ciudades actuales repletas de indicaciones, en realidad estamos en un “desierto” pero por abundancia de estímulos y nos cuesta ver las señales que nos llegan desde el “cielo” …
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