Aquí arriesgo una
interpretación:
El mundo está en una
acelerada crisis, las gentes estamos ante multiplicidad de presiones, sin
tiempo para largas explicaciones y tal vez sin “espacio mental” para ellas.
Varias veces luego de una
reflexión, más o menos profunda o en situaciones más o menos límites, nos surge
con una gran fuerza certezas que expresamos de algún modo a través del
testimonio.
Seguramente hay miles y
miles de formas de hacerlo. Las hay ocasionales y también algunas que logran
cierta permanencia en el tiempo. Hay maneras silenciosas y también explicitas.
Estoy buscando mis formas
de testimoniar, algunas conocidas otras nuevas. Pero en todo caso, estoy tratando
de hacer pasar por ese “tamiz” o “átomo mínimo” de experiencia, las cosas que
estoy haciendo o que planifico hacer…
Dar testimonio de
distintas maneras y reflexionar a su abrigo me ayuda a ir despejando cotidianamente
el camino, que siento es, hacia el ansiado Sentido de la Vida….
(1)
La curación del sufrimiento
Punta de Vacas, Mendoza, Argentina. 4 de mayo de 1969
Notas:
1. La dictadura militar de Argentina había prohibido
la realización de todo acto público en las ciudades. Por consiguiente, se
eligió un paraje desolado, conocido como Punta de Vacas, en los límites de
Chile y Argentina. Desde muy temprano las autoridades controlaron las rutas de
acceso. Se distinguían nidos de ametralladoras, vehículos militares y hombres
armados. Para acceder era necesario exhibir documentación y datos personales,
lo que creó algunos conflictos con la Prensa internacional. En un magnífico
escenario de montes nevados Silo comenzó su alocución ante un auditorio de
doscientas personas. El día era frío y soleado. Alrededor de las 12 a.m. todo
había concluido.
2. Esta es la primera intervención
pública de Silo. En un envoltorio más o menos poético se explica
que el conocimiento más importante para la vida (“la real sabiduría”), no
coincide con el conocimiento de libros, de leyes universales, etc., sino que es
una cuestión de experiencia personal, íntima. El conocimiento más importante
para la vida está referido a la comprensión del sufrimiento y su superación.
A continuación se expone una tesis muy
simple, en varias partes: 1. Se comienza por distinguir entre el dolor físico y
sus derivados, sosteniendo que pueden retroceder gracias al avance de la
ciencia y de la justicia, a diferencia del sufrimiento mental que no puede ser
eliminado por ellas; 2. Se sufre por tres vías: la de la percepción, la del
recuerdo y la de la imaginación; 3. El sufrimiento delata un estado de violencia;
4. La violencia tiene por raíz el deseo; 5. El deseo tiene distintos grados y
formas. Atendiendo a esto (“por la meditación interna”), se puede progresar.
Así pues: 6. El deseo (“cuanto más
groseros son los deseos”) motiva la violencia que no queda en el interior de
las personas sino que contamina al medio de relación; 7. Se observan distintas
formas de violencia y no solamente la primaria que es
la violencia física; 8. Es necesario contar con una conducta simple que oriente la vida
(“cumple con mandatos simples”): aprender a llevar la paz, la alegría y sobre todo la esperanza.
Conclusión: la ciencia y la justicia
son necesarias para vencer el dolor en el género humano. La superación de los
deseos primitivos es imprescindible para vencer el sufrimiento mental.
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