TwitterFacebookGoogle PlusEmail

El Testimonio

domingo, 12 de mayo de 2013

Me he preguntado por qué al 4 de mayo fue titulado “Día del Testimonio” (1). Esta fecha es hasta aquí la más importante de nuestro gran Intento, Siloismo, Movimiento Humanista, El Mensaje de Silo…

Aquí arriesgo una interpretación:

El mundo está en una acelerada crisis, las gentes estamos ante multiplicidad de presiones, sin tiempo para largas explicaciones y tal vez sin “espacio mental” para ellas.

Varias veces luego de una reflexión, más o menos profunda o en situaciones más o menos límites, nos surge con una gran fuerza certezas que expresamos de algún modo a través del testimonio.

Seguramente hay miles y miles de formas de hacerlo. Las hay ocasionales y también algunas que logran cierta permanencia en el tiempo. Hay maneras silenciosas y también explicitas.

Estoy buscando mis formas de testimoniar, algunas conocidas otras nuevas. Pero en todo caso, estoy tratando de hacer pasar por ese “tamiz” o “átomo mínimo” de experiencia, las cosas que estoy haciendo o que planifico hacer…

Dar testimonio de distintas maneras y reflexionar a su abrigo me ayuda a ir despejando cotidianamente el camino, que siento es, hacia el ansiado Sentido de la Vida….


(1)
 La curación del sufrimiento

Punta de Vacas, Mendoza, Argentina. 4 de mayo de 1969
Notas:
1. La dictadura militar de Argentina había prohibido la realización de todo acto público en las ciudades. Por consiguiente, se eligió un paraje desolado, conocido como Punta de Vacas, en los límites de Chile y Argentina. Desde muy temprano las autoridades controlaron las rutas de acceso. Se distinguían nidos de ametralladoras, vehículos militares y hombres armados. Para acceder era necesario exhibir documentación y datos personales, lo que creó algunos conflictos con la Prensa internacional. En un magnífico escenario de montes nevados Silo comenzó su alocución ante un auditorio de doscientas personas. El día era frío y soleado. Alrededor de las 12 a.m. todo había concluido.
2. Esta es la primera intervención pública de Silo. En un envoltorio más o menos poético se explica que el conocimiento más importante para la vida (“la real sabiduría”), no coincide con el conocimiento de libros, de leyes universales, etc., sino que es una cuestión de experiencia personal, íntima. El conocimiento más importante para la vida está referido a la comprensión del sufrimiento y su superación.
A continuación se expone una tesis muy simple, en varias partes: 1. Se comienza por distinguir entre el dolor físico y sus derivados, sosteniendo que pueden retroceder gracias al avance de la ciencia y de la justicia, a diferencia del sufrimiento mental que no puede ser eliminado por ellas; 2. Se sufre por tres vías: la de la percepción, la del recuerdo y la de la imaginación; 3. El sufrimiento delata un estado de violencia; 4. La violencia tiene por raíz el deseo; 5. El deseo tiene distintos grados y formas. Atendiendo a esto (“por la meditación interna”), se puede progresar.
Así pues: 6. El deseo (“cuanto más groseros son los deseos”) motiva la violencia que no queda en el interior de las personas sino que contamina al medio de relación; 7. Se observan distintas formas de violencia y no solamente la primaria que es la violencia física; 8. Es necesario contar con una conducta simple que oriente la vida (“cumple con mandatos simples”): aprender a llevar la paz, la alegría y sobre todo la esperanza.
Conclusión: la ciencia y la justicia son necesarias para vencer el dolor en el género humano. La superación de los deseos primitivos es imprescindible para vencer el sufrimiento mental.

No hay comentarios:

Publicar un comentario